Decoración

Interiorismo y decoración

Entre una cueva y un palacio se encuentra siempre ese hábitat al que todo humano aspira como suyo y personal.

DECORAR es conocer al futuro usuario de un espacio, para convertirlo en un ambiente de su agrado.

El agua, la energía, la luz, la comunicación, el aseo, o el descanso… son algunos de los aspectos que conforman la vida cotidiana de un individuo moderno, y que componen la base sobre la que el INTERIORISTA ha de diseñar las diferentes estancias y las redes que abastecen los correspondientes servicios en cada una de ellas: tuberías, canalizaciones, conexiones eléctricas y de telecomunicación…

Completada esa fase, el DECORADOR es quien concibe aspectos como la iluminación, los colores, los volúmenes, estilos y formas de todos los elementos que compondrán el mobiliario y demás enseres con los que el futuro inquilino se relacionará en su vida diaria: lámparas, puertas, sillas, mesas, armarios, estanterías, camas, cortinajes, electrodomésticos, griferías, sanitarios…con un criterio estético que confluye en un determinado ambiente.